Entradas populares

22 de mayo de 2009

La contradicción del desapego




No hace falta ya definir qué es exactamente el desapego, uno bien puede estar enterado del asunto porque está de moda, o porque en su simpleza se entero mediante uno mismo.
En este caso no se referirá a la idea del desapego como algo de lo cual todos
tenemos que hacer, porque si no perpetuaremos el sufrimiento propio, sino ajeno.
En este caso se referirá a la idea obsesiva que muchas personas tienen del
desapego, a aquel ideal enfermizo que es capaz de actuar de modo frío y cruel
ante muchas situaciones, ante muchas personas.

Cuando la gente piensa que el desapego es una suerte de clave para la felicidad,
no hace más que engañarse. Desapegarse de la familia, de amigos, de cuestiones
materiales, de pensamientos, lo que fuere. No se niega el hecho que en muchos
casos el apego sí es una fuente de sufrimiento, lo cual es obvio. Hasta en cierto
punto el desapego funciona. Lo que aquí tratamos no es si el desapego funciona,
sino a algo irónico. Esta ironía puede deonminársele como “apego al ideal del
desapego”.

¿Qué es esto?, muy simple. Cuando una persona se apega a la idea del desapego,
¿qué hace?. Trata de alejarse de amigos, de familiares, de todo lo que la persona
piense pueda emerger apego alguno. En ese momento la persona se torna sola, quizá
hasta desorientada. Llega un momento dado en el que la persona no tiene idea de
cómo llego hasta donde llegó, y es que sucede que a tanto darle a la idea del
desapego que termino por aislarse. ¿Es esto desapego?. Entonces, podemos notar
que apegarse al ideal del desapego conlleva a más sufrimiento, y no solo eso,
están los seudomaestros, libros y revistas, programas de televisión y demás, que
fomentan este caracter enfermizo que tiene consecuencias hasta en la salud,
partiendo de lo energético, que de por sí tal desgaste energético es bien
aprovechado por algun denominado vampiro energético, o algun otro ente no
necesariamente físico o humano.

La fórmula de esta contradicción puede simplificarse en lo siguiente:
Siento dolor. No quiero sentir dolor. El desapego me aleja del dolor. Por tanto,
opto por el desapego.

Lo que se puede traducir en una evasión de la responsabilidad propia hacia los
asuntos que nos rodean. Uno puede tornarse ermitaño de tanto “cacao” mental, de
hecho, asi sucede en algunas ocasiones. Un ermitaño actualmente no es aquel que
se va a la montaña, a la cueva o al bosque. Un ermitaño, entendido como persona
que evita por cualquier modo rozar con otras personas por temor a sufrir, en la
actualidad es aquel que vive indiferente hacia los suyos. Esta persona, si acaso
le interesa algo o alguien, es por mero beneficio propio (paz interior) o por
mera evasión de la realidad. Lo más probable es que ese ermitaño vuelva a nacer
como beodo inmoral, para que de ese modo comprenda lo que ha ido evadiendo y no
vegete lo que ha ido ignorando.

A uno le puede sentar bien excluirse a si mismo para no rozar con nadie, quizá
sienta que haya logrado la tan afamada paz interior, que en la actualidad, con
toda la distorsión existente, se traduce como imbecilidad generalizada, que
aparte de ser imbécil, se cree que uno hace todo para el bien, que lo que haga es
para bien; esto es, una anestesia psicológica.

No nos extrañe ver a personas que tratamos pero que evitan por cualquier medio
involucrarse a fondo con nosotros, a no ser que ellos perciban somos nosotros los
que actuamos como distractores energéticos. No nos extrañe ver alrededor personas
que digan “no se apegen a los deseos, a los ideales, a los objetivos, a los
hijos”. Lo dañino de esto es cuando nos afecta de modo que salgamos de nuestro centro,
que vaya en detrimento de los demás. No hay nada de dañino en apegarse a ideal
alguno, a objetivo alguno, a los hijos. Si uno terminase por desapegarse por
completo a todo lo que nos rodea, si no existiese apego alguno ni por los hijos
ni por lo que le nace hacer, pues, estaría iluminado, o algo por el estilo. Un
iluminado no es ermitaño, tampoco se apega a la idea del desapego ni es
indiferente ante los demás. En pocas palabras, sería lo que Es en acción.
Comprende lo que le rodea tal cual Es de modo que se mueve a corde lo que
acontece, que no es inercia, sino hacer las cosas según se manifiesta en la
comprensión de los hechos.

Todo arquetipo que trate de dar con lo conocido como iluminación es pura
desinformación. Y el fomento de la idea del desapego como camino hacia la
iluminación no es la escepción. Despues de todo, la idea aquella va en relación a
ésta.

Lo que hace la actual idea del desapego, la comercializada, la idiota, es tornar
imbécil a las personas para que no muevan los cimientos de lo establecido; esto
es, para que no cuestionen, para que no indaguen, para que no comprendan en
plenitud la situación actual que se vive en el planeta.

Confundir a las personas es uno de los objetivos, de modo que si confunden a la
persona se le puede dar un manual de “autoayuda” para que se le vaya
domesticando. Quizá la persona ya se sienta segura de lo que quiere, de lo que
no, del porqué y para qué de lo que haga; sin embargo, cuando esta persona se ve
abotagada de tanta distorsión, no es de sorprenderse, pues, que se termine en
algún instituto espiritualoide, o siendo parte del movimiento espiritualoide de
turno. Tampoco es de extrañarse que vaya ligado con el sistema de turno, como en
otrora sucedió en tantos imperios como el romano.

El evadir las relaciones unos con otros, el optar por excluirse para no sufrir,
también demuestra la baja calidad de relación que llevamos con quienes nos
rodean. Esta actitud demuestra que nosotros no entablamos una relación fluida con
nuestros semejantes, una relación de verdadera amistad.
Acláremos los asuntos y démosle el termino correspondiente a la situación
correspondiente según se requiera.

La evasión de nuestras responsabilidades, camuflándolo con la idea del
“desapego”, no es merecedor de nombrarla como actitud infantil. La actitud
infantil es propia de la edad; en cambio, nosotros, siendo ya personas mayores,
ya pasada la etapa infantil, no se es propio que se nos nombre de actitud
infantil. Esta actitud es de nombrarse como alienación desmedida, aunque de por
sí ya toda alienación es desmedida. Cuando varias personas hacen lo mismo sucede
algo curioso, la verguenza propia se nubla con la turba. Esto podría explicar, de
cierta manera, una de las causas del porqué aún se insiste en poner en practica
ideas distorsionadas, como la del desapego. Una persona en su centro puede notar
con facilidad lo idiota de lo sabio. Entonces, no es de extrañarse que los que
están en su centro tiendan a ser uno de los primeros blancos para mantenerlos en
estado autómota. En tanto que más atutómata mejor.

Cuando uno evade lo que teme, en este caso el apego, no hace mas que
"posponerlo". Uno puede evadir lo que teme, pero el temor está dentro, influyendo
a modo inconsciente hasta el consciente cada cosa que se haga.

Es momento, cualquier momento es oportuno, de darse cuenta de las implicaciones
que conlleva toda esta distorsión de información. La distorsión de la idea del
desapego es una entre tantas. Existe también la distorsión mediante las
denominadas canalizaciones, mediante ciertos decretos, mediante música, mediante
imágenes, etc.

Si no somos conscientes de lo que en verdad sucede alrededor, es más probable
que pensemos que lo que hagamos es lo correcto, cuando en verdad no estamos mas
que perpetuando la perversidad del modo de manipulación actual.
Darse cuenta de lo que sucede implica lo multidimensional, lo que no se limita a
este plano físico. Para esto no existe guía determinada alguna; sin embargo,
puede uno valerse de herramientas, pero las herramientas no son el camino.

El desapego se dará cuando comprendamos en plenitud la multidimesionalidad del
asunto.

Namasté
enviado por Octavio a la Lista Gaia
mensaje 1416

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Semillasdeluz