En una ocasión le pregunta un periodista a la Madre Teresa...¿Madre porque cree usted que Dios creo la pobreza? Y ella con una sonrisa en su rostro le dijo_Dios NO creo la pobreza, la pobreza la hacemos tu y yo si no compartimos lo que tenemos con los demás......
Tenemos una grave falla en la educación escolar: no somos enseñados para administrar dinero. Nos convertimos en adultos y algunos logran tener dinero y otros no. ¿Qué hace la diferencia?
Compartiré algunos consejos que he aplicado y que me han ayudado mucho.
Primeramente la mente debe ser entrenada para la RIQUEZA. La riqueza no quiere decir "mucho dinero". La riqueza comienza en la mente y termina en la abundancia. Puede haber riqueza espiritual, material o sentimental. La riqueza es un término que debe ser colocado en el cerebro todos los días. No importa tu estado actual de deudas. No importa que jamás hayas tenido dinero o que lo hayas tenido y hayas perdido todo. Lo que realmente importa es que hoy mismo puedes lograr acciones que te darán el dinero que deseas.
Riqueza es "fluir en la abundancia". Piensa muy bien en este término: fluir. Un pez en el agua fluye porque está diseñado para ello y además porque sabe que debe hacerlo para moverse de un lugar a otro. El hombre está diseñado para fluir en la abundancia, pero olvida que debe hacerlo para moverse de situaciones que le afectan. Solo los hombres tenemos el libre albedrio que nos da la elección de quedarnos de flojos en el sillón, o sumergirnos en el cauce de la abundancia. La decisión y responsabilidad siempre es TUYA y comienza en la mente.
Pregúntate ahora mismo: ¿sufres por el dinero? o ¿gozas del dinero?
Primer paso, plantar en la mente que tienes riqueza. Todos los que gozamos del dinero es porque creemos que lo merecemos. No existe ningún millonario que por mucho tiempo piense que el dinero no le pertenece y se haya mantenido con sus millones. Todos los millonarios siempre pensamos en que tenemos riqueza porque la merecemos y porque además la COMPARTIMOS. Ese es el segundo paso. Compartir.
Hoy no tienes dinero y sin embargo tampoco compartes. Esperas tener dinero para compartir y eso es algo que debes cambiar inmediatamente. Para obtener primero hay que dar. Puedes dar siempre un poco de tu dinero a gente que está en peores condiciones económicas que tu. Dar de esta manera -sin esperar cobrar- pone luces en el universo para atraer la abundancia. Con esta práctica estas ratificando tu mente de riqueza. Dar dinero, sin tenerlo, equivale a expresar "yo soy la riqueza y la abundancia económica en este mismo instante".
Y si ahora preguntas: ¿qué debo hacer para cambiar mi mentalidad? La respuesta es simple. ¿Cómo te sentirías hoy mismo al tener en tus bolsillos una gran suma de dinero? Para que tu mente se adapte al pensamiento de riqueza siempre debes reforzarla con la emoción de sentir que ya tienes el dinero contigo. Puedes incluso tomar papeles y recortarlos del tamaño de un billete. Adórnalos con la cifra que deseas tener, y cárgalos todo el tiempo. Ponlos en tu billetera para que cuando la abras, los descubras allí .
Si nunca has compartido tu dinero,¡ hazlo ahora! La sensación de ayuda permitirá sentirte alegre y realmente rico. No hace falta que escojas una persona en particular. Puedes hacerlo con cualquiera. Como todo en esta vida, entre más practiques más mejorará.
