El Reiki es seguro en todas las etapas del embarazo así como en la
preconcepción y en el postparto.
Reiki y preconcepción
Las parejas con dificultades para la concepción encuentran en el Reiki una
vía para solucionar este problema. El tratamiento incide especialmente en crear
una actitud armoniosa entre la pareja así como hacia el futuro bebé. En estos
casos, el Reiki desbloquea, restablece y equilibra las oportunidades para la
concepción favoreciendo el buen funcionamiento endocrino y reproductivo.
Reiki y embarazo
Recibir Reiki durante el embarazo es una garantía de equilibrio emocional y
físico tanto para la madre como para el niño. El Reiki no tiene efectos
secundarios, no puede dañar. En las primeras etapas del embarazo alivia el
estrés, las náuseas, el miedo, los cambios corporales, dolores lumbares, dolores
de cabeza, ansiedad y todo tipo de síntomas desagradables que pueden aparecer en
este período. El Reiki restablece la salud y el equilibrio de la madre y el
bebé.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo en el hospital Universitario de
Hartford, en Connecticut, se comprobó que la aplicación de Reiki durante el
embarazo disminuyó la ansiedad de las futuras mamás en un 94%, las náuseas en el
80%; el dolor en el 78% y mejoró el sueño en el 86%. La profunda relajación y
paz que se experimenta durante y después de una sesión de Reiki es, sin duda, de
gran beneficio en los embarazos.
La aplicación de Reiki es igualmente beneficiosa en los casos en los que el
bebé venga de nalgas. La vida actual, tan propicia al estrés, hace que la madre
tenga sus músculos contraídos, el útero sobre todo, esto impide, en algunos
casos, moverse al bebé libremente para encontrar su postura natural ante la
llegada del parto. En estas ocasiones, el Reiki aplicado directamente en el
vientre de la madre relaja toda esa zona, ayudando a la movilidad del bebé.
Al
estar más relajada, la madre puede llegar a una interrelación más íntima con su
bebé motivando sus propios movimientos, llevándole dulcemente, con una actitud
profundamente serena, a situarse de la forma adecuada para un parto normal y
feliz.
El Reiki, una gran ayuda para la madre y el bebé
Potencia la comunicación interior entre madre e hijo.
Prepara físicamente a la madre para el trabajo del parto y el nacimiento.
Restaura la armonía y equilibrio del cuerpo ante los cambios hormonales.
Alivia los dolores lumbares.
Mitiga la inflamación y sensación de pesadez en piernas y pies.
Facilita la colocación correcta del bebé cuando viene de nalgas.
Durante el parto, las contracciones se sitúan en la zona lumbar y el área
pélvica.
La aplicación de Reiki ayuda a disminuir el dolor y a controlar el trabajo
del parto facilitando el nacimiento, con el beneficio que esto supone para la
mamá y el bebé.
Por otra parte, en el caso de las madres que han sufrido cesáreas previas,
se observa una disminución en la tasa de cesáreas posteriores si ha utilizado
Reiki en las últimas etapas del embarazo.
Reiki y postparto
Otro momento a tener en cuenta es el de regreso a casa con el bebé. En esa
etapa la madre atraviesa múltiples cambios hormonales que alteran su estado
emocional. Además, se abre un importante período de reajuste en la relación
madre/hijo.
El Reiki reduce la carga emocional que supone toda esta adaptación,
reduciendo el estrés y la ansiedad. Los bebés también se adaptan fácilmente al
entorno cuando sus madres han recibido Reiki durante el embarazo. El Reiki
disminuye la posible sensación de angustia de la madre en su adaptación al nuevo
bebé y ayuda a una recuperación más rápida del parto.
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