Después del 11-11-11, ¿Ahora Qué??
por Jennifer Hoffman
13 de Noviembre de 2011
13 de Noviembre de 2011
El 11/11/11 fue un día especial, cuya importancia se extiende más allá
de su singular fecha. Fue especial porque todo el mundo participó de la
esperanza, bendiciones y significado de este día. Por todo el mundo la gente
compartió conversaciones que se enfocaban en la iluminación, posibilidades y
potencial. Pero el mundo no se acabó (no se suponía que lo hiciera) y
continuamos con nuestro viaje de vida. Ahora que el 11/11/11 vino y se fue,
debemos enfocarnos en llevar el impulso de la energía hacia los días que le
siguen. Hacemos eso al practicar la integración, permanecer alineados con
nuestras intenciones y ponerlas en práctica. Al igual que con cualquier otro
cambio energético, lo importante es lo que hacemos después de que éste se
produce. En pocas palabras, el Universo entrega el paquete energético, pero
nosotros tenemos que abrirlo y decidir adónde debe ir su
contenido.
Siempre he encontrado que el día después de un gran cambio es un poco
decepcionante. Sentimos las descargas energéticas, experimentando a menudo
intensos efectos secundarios físicos y luego tenemos la decepción porque a pesar
de toda la expectativa y actividad, el mundo parece seguir siendo el mismo. La
política no ha cambiado, las guerras no han terminado, la gente sigue
discutiendo por las mismas cosas y el mundo sigue estando al borde del caos.
Pero sólo estamos viendo la punta del iceberg y es nuestro deseo de algo
diferente lo que es el verdadero indicador de que el cambio está ocurriendo. Y
al igual que en nuestras propias vidas, se produce desde adentro hacia afuera.
Lo que vemos en la superficie no indica toda la actividad que tiene lugar por
debajo.
La mejor manera de usar la energía después del 11/11/11 es mantener
nuestras intenciones activas todos los días. En lugar de medir nuestros
resultados según cuándo se producen, debemos adquirir la costumbre de verlos
como que ocurren de inmediato, su manifestación física es sólo el último
aspecto. Nuestra práctica espiritual debe ser más disciplinada si queremos
asumir nuestra maestría y actuar como verdaderos co-creadores. Esto no quiere
decir que tenemos que meditar todos los días, pero sí significa que tenemos que
empezar a recordarnos a nosotros mismos como seres espirituales y permanecer
conectados a esa energía y nuestro poder co-creativo. No estamos a merced del
tiempo, el destino, el karma ni el Universo. Tenemos que vernos a nosotros
mismos como maestros y utilizar nuestras herramientas de maestría para crear la
vida y el mundo en el que queremos vivir.
Hay una energía poderosa disponible para todos nosotros ahora, pero
tenemos que usarla de una manera consciente e intencional. Esto también
significa ser “egoístas” y satisfacer nuestras propias necesidades. Es hora de
ponernos en primer lugar en nuestras vidas, lo que no implica colocar paredes
para mantener a otros afuera. Significa establecer límites energéticos en
nuestras vidas para asegurarnos de que estamos interactuando con lo que es por
nuestro mayor bien, nos sirve en formas edificantes y sustentadoras, y está
alineado con lo que queremos crear. Recuerden respirar, pues la respiración es
nuestra conexión con la Fuente (es lo que nos mantiene vivos) y cuanto más nos
mantengamos arraigados, centrados y alineados con nuestro propósito, vamos a
tener una experiencia más amorosa y satisfactoria en la
vida.
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en español de Jennifer Hoffman lo pueden encontrar en http://www.templodelsol.com/ Traducción: Margarita López Edición: El Manantial del Caduceo