Habla tu verdad y deja que el amor
suceda a través de ella.
Aconseja el corazón de aquel
que te oye con tu paz, con tu alegría.
Sé suave y gentil en tus palabras.
Aprende a oír no sólo las palabras que te llegan,
también lo que es dicho en el silencio
que precede cada una de ellas.
Es en el silencio de cada uno
que reposa la realidad, la simplicidad de Dios.
Ve aquellos que te rodean con amor,
pues la inocencia de cada uno
reposa además de los errores.
El otro es tu espejo, por eso recoge en tu hermano
sólo la oportunidad de amar y crecer......
(autor desconocido)
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