Nunca preguntes: “¿Quién es mi verdadero amigo?”.
Pregúntate: “Soy yo el verdadero amigo de alguien”.
Hay un proverbio: un amigo necesitado es verdaderamente un amigo. ¡Pero en lo profundo eso es egoísmo! Eso no es amistad, eso no es amor. Tú quieres usar a los demás como un medio, y ningún hombre lo es, cada hombre es un fin en sí mismo.
¿Por qué te preocupa tanto quién es un verdadero amigo?
La verdadera pregunta sería: ¿Soy yo realmente el amigo de alguien? ¿Sabes lo que es la amistad? Es la forma más elevada del amor. En el amor, tiene que haber forzosamente algo de lujuria; en la amistad no hay nada así de grosero; se vuelve absolutamente sutil.
No es cuestión de usar al otro, es cuestión de compartir. Tienes demasiado y quisieras compartirlo. Y a quienquiera que esté dispuesto a compartir contigo tu alegría, tu danza, tu canción, le estarás agradecido, te sentirás en deuda con él. No es que él te deba, no es que él tenga que sentirse agradecido contigo por haberle dado tanto. Un amigo nunca piensa de esa manera; un amigo siempre se siente agradecido con aquellas personas que le permiten que les ame, que le des lo que sea que tengas.
El amor es egoísmo. Te sorprendería saber que la palabra inglesa love viene de la palabra sánscrita lobh; lobh significa egoísmo. Y el amor tal como lo conocemos no es otra cosa que egoísmo enmascarado como amor; es egoísmo escondido.
Hacer amistades con la idea de usar a la gente es dar un paso en falso desde el principio. La amistad debe ser un compartir. Si tienes algo, compártelo; y quienquiera que sea que esté dispuesto a compartir contigo, es un amigo. No es cuestión de necesidad; no se trata de que cuando tú estás en peligro el amigo tenga que venir en tu ayuda. Eso es irrelevante; puede que venga, puede que no venga, pero si no viene, no tienes que quejarte.
No le dirás: “Cuando yo te necesitaba tú no apareciste; ¿qué clase de amigo serías?”.
La amistad no es una mercancía. La amistad es una de esas cosas raras que pertenece al templo, no al comercio. Pero tú no eres consciente de esa clase de amistad y tendrás que aprenderla. La amistad es un gran arte.
Lo que nosotros llamamos amor es más animal que humano. La amistad es absolutamente humana. Es algo para lo que no existe un mecanismo innato en tu biología. Por eso uno se eleva en la amistad. La amistad tiene una dimensión espiritual.
Osho