¿Tienes la costumbre de
bendecir los alimentos antes de comer?
Es muy posible que no. Antes, esta era
una práctica muy extendida, pero ahora la mayoría de nosotros no lo hacemos.
Como muchas otras buenas costumbres, se ha ido perdiendo.
Pero lo peor de todo no es que se haya
perdido, sino que pensamos que es una tontería sin ningún valor. Tendemos a
pensar que muchas de las cosas que se hacían antes son rituales absurdos. Que
nuestros antepasados ??eran ignorantes y primitivos, y que por esto hacían lo
que hacían. Nosotros, en cambio, somos mucho más inteligentes y sabemos que no
tienen ningún sentido.
Somos un poco así,
¿verdad?
Pues bien, para cambiar un poco esta
tendencia, hoy me gustaría hablar de cómo bendecir los alimentos y de por qué es
importante hacerlo. Incluso desde un punto de vista
científico.
El
Procedimiento Básico para Bendecir los Alimentos
Si te parece bien, primero hablaremos
del procedimiento para bendecir los alimentos correctamente, y después de qué
beneficios tiene hacerlo.
Lo más importante a la hora de
bendecir los alimentos no son las palabras, sino laactitud. Sin una buena
actitud, las palabras no sirven de nada, por muy bonitas que
sean.
Y
para adoptar una buena actitud, debemos tener siempre presente que el plato que
tenemos delante está formado por seres vivos.
¿Lo has pensado alguna vez? Siempre
comemos seres vivos. Yo me di cuenta hace poco, y me impactó mucho. No comemos
rocas inertes, sino plantas, semillas, frutas, animales… Todo son seres vivos. Y
aunque cuando llegan a nuestro plato no parecen vivos, las células que forman
parte de estos alimentos sí lo están.
Así que independientemente de si
comemos un plato de verduras, un trozo de carne o incluso algún pseudo-alimento
industrial, está formado por células y elementos químicos que están
vivos.
Y
cuando nos comemos estos seres vivos, se desintegran y pasan a formar parte de
nuestro cuerpo. Es decir, pierden su individualidad a cambio de reforzar la
nuestra.
Ahora imagínate que una persona
hiciera por ti algo parecido. Imagínate una persona que se sacrifica como ser
individual para que tú puedas seguir vivo. Se merecería un poco de
reconocimiento y gratitud, ¿verdad?
Pues cada día miles de seres vivos se
“sacrifican” para ayudarte. Y también se merecen reconocimiento y
gratitud.
Una manera de hacerlo es ponernos
delante de los alimentos que vamos a comer y, con amor y humildad, decirles algo
como: reconozco el valor de lo que estáis haciendo. Os reconozco como seres
vivos y os agradezco profundamente lo que vais a hacer por
mí.
Pero la frase concreta no importa, lo
que realmente tiene valor es adoptar una actitud sincera de respeto y
gratitud.
Cómo
Bendecir los Alimentos de Forma Completa
Dar las gracias a los alimentos, y
reconocerlos como seres vivos que nos hacen un servicio, es el principio básico
para bendecirlos. Así es como se ha hecho durante miles de
años.
Y
hasta hace poco, era suficiente. Pero ahora las cosas han cambiado un poco, y
hace falta algo más.
Durante la mayor parte de la historia,
la humanidad ha comido alimentos naturales: plantas, semillas, frutas, animales…
Y en la mayoría de casos, eran alimentos tal y como la naturaleza los había
producido.
Ahora, en cambio, prácticamente nada
de lo que comemos es tal como Dios lo creó. Todo está modificado y procesado de
una manera u otra. Y esto hace que los alimentos que consumimos hayan perdido
parte de su esencia.
Les pasa un poco lo mismo que a
nosotros: no saben quiénes son realmente. Los seres vivos que ingerimos como
alimentos están desalineados de su verdadera identidad, y esto los convierte en
dañinos para nuestra salud.
Pero por mucho que los alimentos estén
un poco desconectados de su naturaleza, siguen teniendo una esencia pura en su
interior. Son como nosotros: nosotros también estamos un poco desconectados,
pero seguimos teniendo una esencia divina dentro de
nosotros.
Así que aunque un alimento esté tan
modificando que ya prácticamente no quede nada de lo que era, en su interior
tiene una esencia divina. Todo lo que Dios ha creado seguirá teniendo siempre
una esencia divina por muchas modificaciones que sufra.
Y
por supuesto, para nosotros es muy beneficioso que los alimentos recuperen su
pureza divina antes de pasar a formar parte de nuestro
cuerpo.
Una manera de hacerlo es simplemente
recordarles que son parte de Dios, y que dentro de su interior tienen la semilla
de todo lo que es bueno y puro. Les podemos decir algo como: reconozco la
parte divina que hay en ti, y te pido que la luz que llevas dentro sea la que me
alimente. Pero, igual que antes, lo que importa es la actitud, no las
palabras concretas.
Si unimos los dos pasos,
nos queda una manera más completa de bendecir los
alimentos:
Es un procedimiento muy sencillo, y
muy poderoso. Mucho más de lo que parece a primera vista.
Los
Beneficios de Bendecir los Alimentos
Bendecir los alimentos puede parecer
poco más que un pequeño ritual sin valor, pero no lo es en absoluto. Tiene
efectos muy positivos, tanto a nivel físico como
emocional.
Beneficios
Emocionales
El hecho de bendecir los alimentos de
forma sincera cambia completamente la relación que se establece entre nosotros y
los alimentos que estamos a punto de comer.
Para ilustrar esta idea,
imagínate dos situaciones parecidas:
Situación 1: Empiezas
a trabajar en un trabajo nuevo, y tal como llegas tu jefe te empieza a gritar y
a darte órdenes de malas maneras.
Situación 2: Empiezas
a trabajar en un trabajo nuevo, y lo primero que hace tu jefe es darte las
gracias por unirte al equipo, y decirte que confía plenamente en
ti.
¿En qué caso te sentirás mejor? ¿En
qué caso tendrás más ganas de ayudar a la empresa? ¿En qué caso la relación
entre todos será mejor?
Pues tú eres el jefe de tu cuerpo, y
los alimentos que ingieres son seres vivos que vienen a trabajar para ti.
Dependiendo de cómo les des la bienvenida, vuestra relación irá de una manera o
de otra.
Beneficios
Físicos de Bendecir los Alimentos
Todos sabemos que los científicos han
hecho descubrimientos muy importantes. Sin embargo, muchos de estos
descubrimientos pasan prácticamente desapercibidos para la mayoría de la
población, y nadie les hace caso.
Uno de estos descubrimientos es que la
mente humana modifica la materia. Sí, lo has leído bien, esto está
científicamente probado.
Resulta que, hace ya varias décadas
(no fue ayer ni mucho menos), los científicos vieron que las partículas
subatómicas que forman la materia (electrones y quarks) se comportan de forma
diferente según la mente de la persona que las está observando. Es decir, la
mente humana modifica las partículas que forman la materia. Impresionante,
¿verdad?
Así que cuando tú te pones delante de
un plato de comida, tu actitud mental influye sobre las partículas que forman
los alimentos que tienes delante. Realmente cambia su estructura física. Tu
mente cambia literalmente lo que estás a punto de comer.
Así que, incluso des de un punto de
vista científico, vale la pena adoptar una buena actitud a la hora de comer. Y
una manera sencilla de hacerlo es bendecir los alimentos con amor y humildad. Tu
cuerpo y tu salud te lo
agradecerán.
Autor: Desconocido
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